Aunque realmente lo deseamos ¿Por qué nos resulta incómodo que nos den las gracias, y mucho más pedirlo? Esta es la pregunta que Laura Trice llevaba haciéndose desde que era una niña.
Y nos lo explica en un vídeo que apenas dura 3 minutos, pero que encierra una gran lección. No sólo es algo importante para cualquiera que se dedique a liderar equipos, es algo que cualquiera tendría que tener presente.
En el fondo, a todos nos gustaría que las personas a las que ayudamos nos agradeciesen de alguna manera los esfuerzos que hacemos por ellas. Sin embargo, la mayoría de las personas somos muy reacios a aceptar los agradecimientos.
De hecho, lo habitual es que intentemos impedir que nos den las gracias, como si casi no lo quisiéramos.
El poder de dar las gracias.
Casi al final de su charla, Laura lanza una reflexión, porque nos debería importar el hecho de dar las gracias o de aceptar los agradecimientos de los demás.
Siempre se está hablando de realizar esfuerzos hercúleos para alcanzar la paz mundial, pensando en algo para conseguirlo, pero para conseguirlo cuanto antes mejor.
Es como si quisiéramos llegar a la meta de una maratón sin dar los pasos necesarios para recorrer los 42.195 metros que separan la salida de la meta.
Para recorrer esa maratón es necesario dar miles de pequeños, y en apariencia insignificantes pasos. Cada uno de estos pasos nos acerca un poco más al ansiado final, no existen atajos ni formulas mágicas.
Porque en este caso iba a ser distinto, Laura plantea que para alcanzar esa paz mundial es necesario comenzar hogar por hogar, con un gesto tan simple como dar las gracias por aquello que otras personas hacen por nosotros, y siendo honestos sobre lo que nosotros necesitamos.
Paso a paso, realmente simple verdad, tan solo se trata de ser un poco mejores con los que más nos importan, e ir ampliando ese círculo conforme mejoremos como persona.
Sin embargo, para que esto realmente funcione, hemos de tener en cuenta una serie de cosas que no podemos pasar por alto.
Sinceridad.
Hemos de ser honestos a la hora de agradecer las cosas que los demás hacen por nosotros, , hemos de sentirnos agradecidos. Es importante ser sinceros al darles las gracias, pues de alguna manera les estamos mostrando lo que significan para nosotros, y lo mucho que nos aportan.
No sólo eso, hay quienes se dedican a curar enfermedades, otras a reparar los desperfectos de las carreteras. Hay personas que cocinan para nosotros, que nos ponen la mesa, que nos leen el menú del día, que nos sirven la comida, que conducen el autobús, o fabrican el coche, con el que vamos al trabajo o a casa cada día.
De igual manera, hemos de ser honestos con nosotros mismos, hemos de saber qué es lo que queremos escuchar, y si lo necesitamos pedirlo.
Piensa en las veces que te hubiera gustado que alguien te hubiera dado las gracias por algo que hiciste, y piensa en las veces que has dejado pasar la oportunidad de agradecer a otros lo que han hecho.
Ya está, tan sólo eso. A que tampoco es tan difícil.
Así que, la próxima vez que alguien te retire el plato de la mesa en un restaurante, o en el bar, recuerda lo importante que puede llegar a ser para esa persona que alguien le dé las gracias, y si va acompañado de una sonrisa mejor que mejor.
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