Hay quien está más preocupado en alcanzar el éxito que en proporcionar valor a otras personas, ya sean clientes, alumnos, pacientes, ciudadanos, etc.
Hay quien está más preocupado en alcanzar el éxito que en proporcionar valor a otras personas, ya sean clientes, alumnos, pacientes, ciudadanos, etc.
Si lo anterior lo llevamos al tema del liderazgo, significa que hemos de emplear nuestra posición jerárquica de poder para ayudar a otros a desarrollar sus aptitudes. Hemos de facilitar el éxito de nuestro personal, y hacerles sentir que lo conseguido es gracias al esfuerzo de todos, no a la acción del líder.
Las expectativas de los demás.
Se puede alcanzar el éxito olvidándote del resto de las personas, preocupándote sólo de ti mismo, y de dar cumplimiento a tus expectativas. Todos queremos alcanzar el éxito pero ¿Cómo? ¿A qué coste?
Si lo estás haciendo así, estás viviendo el éxito como un camino de un único sentido, cuando en realidad es un viaje continuo, y es cuestión de tiempo que caigas de tu pedestal.
Un liderazgo de servicio, requiere más sacrificios, ya que has de tener en cuenta las necesidades y las expectativas de otros. Pero es un liderazgo que dará sus frutos de forma constante y duradera, y se hará fuerte conforme vaya pasando el tiempo.
Atiende las necesidades de los demás como si fueran las tuyas propias.
Dar las gracias es importante.
Dar las gracias, y proporcionar un trato adecuado a las personas que forman tu equipo es algo muy importante. En realidad te cuesta lo mismo que pedírselo de malas formas, y tener a todos disgustados.
Dudo que a ti te guste que el jefe esté todo el día agobiándote, y que a la más mínima lo tengas encima de ti hablándote de forma desconsiderada.
No se trata de evitar el conflicto, evadiéndote de tu responsabilidad como líder. Si observas alguna conducta a corregir, o crees que algo se mejorar, has de hablarlo con la persona afectada, e intentar ayudarlo a crecer como trabajador, y como persona.
Trata a los demás conforme al trato que te gustaría que tuvieran contigo.
Los hombres de valor no son perfectos.
Todos tenemos nuestra parte negativa, y nuestras manías. Si tú crees que eres perfecto, debo decirte que estás totalmente equivocado, es más, esas imperfecciones son las que te hacen humano.
Esto no significa que debas estar orgulloso de tus equivocaciones, o de las debilidades que acechen tu carácter.
Hemos de procurar crecer como líderes y mejorar como personas. No podemos caer una y otra vez en los mismos errores, menos aun cuando estos afectan directamente a otras personas. Hemos de reconocer que hemos herido a alguien, estar dispuestos a pedir perdón y aprender de nuestros errores.
Todos saben que no eres perfecto, pero esperan que seas un líder recto e íntegro.
Siéntete bien contigo mismo.
Cuando te pones al servicio de las personas que forman tu equipo o comunidad, estás ejerciendo el liderazgo que realmente se disfruta. El liderazgo en el que pones toda tu atención en alcanzar los objetivos, sin descuidar ni el entorno, ni a las personas con las que trabajas.
Quizás al principio tengas la sensación de renunciar al éxito, pero antes o después te darás cuenta que estás haciendo algo en lo que crees, estás ejerciendo tu liderazgo de forma ética y honesta, y sólo por eso ya eres una persona exitosa.
No obstante, a todos nos gusta alcanzar éxitos palpables. No te preocupes que esos también llegaran, es sólo cuestión de tiempo.
Haz lo correcto, y proporciona valor a otros, para sentirte bien contigo mismo.
Cualquiera puede ser un hombre de éxito, pero ¿cuántos proporcionan un valor real a las personas que los rodean?
Quieres tener acceso al centro de recursos gratuitos?
Suscríbete, accede y descarga contenidos exclusivos para suscriptores.
Tu privacidad me importa. Nunca compartiré tus datos con nadie - 100% Libre de Spam
[…] que ser muy trabajador – Un hombre de éxito sabe trabajar con constancia y duramente durante muchas horas, siempre con el único objetivo de conseguir aprender y […]