Al contrario de lo que muchas personas piensan, se puede aprender como ser un buen líder.
De hecho, en la mayoría de los casos, aunque el proceso puede ser largo y duro, no es algo especialmente complicado.
Para empezar, y tomar contacto con el proceso de convertirte en un buen líder, aquí te dejo cinco pasos que creo que te serán de gran ayuda.
Ejercer el liderazgo de uno mismo.
Difícilmente vamos a liderar a otros, si no somos capaces de dirigir nuestras propias vidas. Lo primero de todo es poner orden en lo más importante de nuestras vidas, nosotros mismos. Puede sonar egoísta, pero no es así, lo vas a ver con un ejemplo, y tú mismo te vas a contestar.
Imagina que mañana por la mañana vas a ir a la playa con los amigos, o la familia. En la playa puede estar una de estas dos personas, vigilando el mar en el puesto del socorrista.
Alguien que, aparte de las horas que presta servicio para los demás vigilando la mar, reserva tiempo para sí mismo. Tiempo que dedicará, aparte de para atender su vida social, a descansar adecuadamente, a mantener su forma física, y a aprender nuevas técnicas de rescate.
O alguien que se encuentra a todas horas en el puesto del socorrista, mañana, tarde y noche. Ya que piensa que socorrer a los demás es más importante que cualquier otra cosa, incluido él mismo. Ya descansará más adelante, o se dedicará unas horas para sí mismo.
Quién prefieres que esté de vigía esa mañana, en el caso de que tuvieras que poner tu vida en sus manos?
No se trata de comenzar nuestra estructura de liderazgo por nosotros mismos porque somos egoístas, sino precisamente por todo lo contrario.
Liderar al servicio de los demás.
Una vez construidos los cimientos de nuestra estructura, de forma solida, es momento de dar el siguiente paso.
El mejor liderazgo, el que realmente se disfruta, es aquel en el que pones toda tu atención en conseguir que crezca tu proyecto, o el de la organización, sin descuidar el entorno en el que trabajas.
Es decir, también pones tu liderazgo al servicio de las personas que forman tu equipo, al servicio de las personas que forman tu comunidad. La frase que mejor resume esto sería la siguiente:
¿Qué puedo hacer hoy para que el mundo sea mejor?
Básicamente, se trata de un liderazgo ético y honesto, haciendo algo en lo que realmente crees. No eres el líder para ejercer de señor de vidas y haciendas, sino para guiar a tu equipo a lo largo del camino hacia el éxito. Un éxito que has de procurar que llegue a todos.
En muchas ocasiones, nuestra misión como líder es ponernos al servicio de nuestro equipo, para guiarlo, mientras hacen lo que ya saben hacer. No les enseñamos nada nuevo, tan sólo les ayudamos a sacar lo mejor de ellos mismos.
Liderar con compromiso e ilusión.
Además de ordenar nuestras vidas, y ponerlas al servicio de causas más nobles, y grandes que nosotros mismos, algo fundamental que distinguirá a un líder sobresaliente, es su nivel de implicación y compromiso con lo que hace, al menos desde mi punto de vista.
Compromiso, con las personas que forman la organización, o nuestro equipo, y sus problemas, ayudándoles a progresar, a crecer, y en todo en lo que buenamente podamos. Comprometidos con nuestra formación, y la de nuestros subordinados.
El entusiasmo, como el compromiso, se contagia a otros con facilidad, así que esta es la mejor manera de conseguir un equipo comprometido y entusiasmado con lo que hace, y de alinear sus expectativas a las de la organización.
A lo largo de mi vida, he podido darme cuenta que las personas queremos tener en nuestro equipo a aquellos que se muestran comprometidos y entusiasmados con su trabajo, con su familia, con sus amigos, con lo que sea.
Un equipo que cree en lo que hace, y que siente ilusión por alcanzar los objetivos marcados, es un equipo con futuro.
Esta es la mejor manera que conozco de conseguir que los demás se comprometan y se ilusionen por algo. Este es un liderazgo de ejemplo.
Liderar en búsqueda de la excelencia.
Hagas lo que hagas, hazlo lo mejor posible. Aun en el caso de que no obtengas los resultados que esperabas, sabrás que hiciste lo que creías mejor, que no te guardaste nada para ti, ni consideraste que con hacer algo mediocre era suficiente.
En realidad, solamente tú sabrás si esto es cierto al cien por cien. El resto podrá intuirlo, pero nunca lo sabrá a ciencia cierta. Por lo tanto, no seas estúpido, y se sincero contigo mismo.
¿Realmente diste el cien por cien de ti mismo, o en algún momento pasaste de tema?
Esta pasión por la excelencia requiere que también nos preocupemos de aprender de nuestros errores. Si no hemos alcanzado el objetivo habrá que buscar el motivo, y aprender para la próxima vez.
Siguiendo esta pauta, después de cierto tiempo, acabaremos convirtiéndonos en expertos haciendo aquello en lo que al principio fallábamos.
Ninguno nacimos sabiendo escribir, de hecho de pequeños debíamos pensar como se escribía la «i». Sin embargo, después de años y años de práctica y formación, cometiendo errores ortográficos, gramaticales, etc., terminamos escribiendo sin tener que pensar demasiado.
Liderar a individuos y al equipo.
Todo líder debe promover y fomentar el trabajo en equipo. Un equipo que busca alcanzar los objetivos marcados, más elevados y trascendentales que los del individuo, de forma. U equipo con identidad propia, y con un motivo por el que evolucionar.
Sin embargo, no debemos olvidarnos de esas personalidades individuales que forman los equipos, ya que cada una de estas personas tendrá sus propias expectativas y necesidades.
Si miramos un piano, somos capaces de percibir claramente las diferencias entre las distintas piezas que lo forman. Pero, si todas las piezas fueran exactamente iguales, no sería posible juntarlas para formar un piano, es muy importante que cada pieza tenga su propia identidad.
Todas estas piezas juntas, al ser ensambladas de manera adecuada, al ser tocadas siguiendo unas instrucciones claras y concisas, son capaces de hacer algo que, individualmente les sería imposible.
Hemos de ser capaces de crear un fuerte espíritu de cuerpo en los equipos que dependan de nosotros, y hacer sentir a las personas que los forman, que pertenecen a algo. Algo destinado a hacer cosas grandes por, y para los demás.
Se trata de que las personas individuales que forman el equipo, perciban que dependen unos de otros para alcanzar el objetivo marcado, que son interdependientes.
Espero que estos cincos primeros pasos pueden serte de utilidad, para hacer más fácil tu camino hacía el liderazgo. Más que otra cosa, es cuestión de actitud.
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EAE Deusto says
Muy buen aporte. Dirigir cualquier clase de compañía y llevarla al éxito no es tarea fácil hoy en día. Considero que la capacitación constante de los líderes empresariales es la clave para alcanzar los objetivos trazados.
CESAR PACHECO says
¡¡¡HOLA JUAN ANDRÉS!!!
Al igual que a ti, a mí me ha interesado el estudio del liderazgo en las empresas y desde hace ya 15 años he venido escribiendo un boletín semanal con diversos temas relacionados con los puestos de mando y otros temas empresariales.
Recién el día de hoy he encontrado tu blog, el cual se me hace muy interesante y en esta ocasión te escribo para comentarte que señalaste como título de esta entrada «Cómo ser un buen líder en 5 pasos», sin embargo debió haber sido «en 5 breves viajes al Himalaya»; te digo esto ya que cada paso que has colocado requiere de una gran decisión, vocación y tenacidad. Reconozco la importancia de cada uno de ellos, pero a la vez vislumbro el enorme trabajo para alcanzarlos de a uno por vez. Ojalá que cada puesto de mando en las empresas iniciara esos 5 grandes recorridos, así la productividad humana y el desarrollo laboral se podrían alcanzar con una mayor facilidad.
Gracias por tus aportes.
César
jaslopez says
Muchas gracias por tu comentario Cesar.
Efectivamente, esos cinco pasos requieren de vocación y esfuerzo, y puede ser muy duro, pero considero que el auténtico liderazgo tiene un componente vocacional bastante importante, y como toda vocación el camino para alcanzar nuestro puede ser largo y duro, es más, yo diría que en el camino para convertirnos en buenos líderes nunca paramos de andar.
Al menos yo siempre lo he visto así, y si bien es cierto que ese tipo de liderazgo desgasta bastante, también es cierto que proporciona la que para mi es la mayor de las recompensas, el reconocimiento personal de aquellos a quienes lideras. Es cuestión de tomarnos cierto tiempo para recargar energías de vez en cuando y no querer subir al Himalaya del tirón.
Un saludo.