Además de liderar y dirigir la acción de tu equipo, es más que probable que las personas de tu equipo vayan a ti con sus problemas. Puede incluso que nos hagan partícipes de sus problemas personales.
Confieso que, en alguna ocasión, me he sentido agotado por atender los problemas que me iban presentando las personas que dependen de mí, aunque tan pronto como esto ocurría procuraba apartar tales pensamientos de mí. Seguro que a vosotros también os habrá ocurrido alguna vez.
Lejos de ser algo negativo valora muy positivamente esto. Significa que confían en ti, saben que te importa su situación. Además te consideran suficientemente capaz de ayudarlos.
El mismísimo General Colin Powell tenía esto como uno de sus principios personales para ejercer su liderazgo:
Colin Powell
Generas confianza y competencia.
Cuando alguien de tu equipo se persona ante ti con un problema, sea del tipo que sea, es porque te has ganado su confianza, y porque considera que tú eres la persona capaz de resolverle su problema. Estarás de acuerdo conmigo en que esto es algo bueno.
Un líder debe proporcionar seguridad y confianza a sus seguidores, y has de tener en cuenta que, si las personas bajo tu mando te traen sus problemas, es porque confían en ti y en tu forma de enfrentarte a los problemas.
Saben que cuando todo empieza a hacerse añicos, tú permanecerás firme y los guiarás hacia el éxito. Consideran que tienes la fortaleza y los conocimientos necesarios para enfrentarte a las situaciones más difíciles.
Es muy probable que en ocasiones, no se presenten con un problema, y tan sólo te consulten para saber lo que hubieras hecho tú. Esto también es bueno, significa que te has convertido en su referente.
Te importan sus problemas.
Por muy competente que seas en lo tuyo, y por mucha confianza que transmitas a tus clientes, a tus jefes, o a tus subordinados, si cualquiera de ellos considera que sus problemas no te importan ni un pimiento, jamás vendrán a ti.
Si alguien de tu equipo te trae sus problemas, es porque no se siente vulnerable contándote lo que le ocurre, ni teme reconocer que no sabe cómo enfocar la situación, y esto, una vez más, indica que vas por el camino correcto para convertirte en un buen líder.
Las personas que forman tu equipo saben que, además de querer alcanzar los objetivos marcados, te importan sus propias necesidades y expectativas, y saben que todo esto lo haces de forma sincera.
Sí, para ser un líder auténtico, y para que en un futuro la gente se parta la cara por ti, se ha de ser buena persona. Tan sólo es cuestión de tiempo que tu calidad humana trascienda. Evidentemente no basta sólo con esto, pero es importante.
Por todo esto, cuando alguien de tu equipo te traiga un problema, piensa que estás avanzando en la dirección correcta. Te llevan problemas porque te consideran su líder.
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