Como supongo que haríais muchos de vosotros, en las pasadas navidades yo también confeccioné una lista con mis propósitos de año nuevo. Ese año ha pasado y considero apropiado hacer un breve repaso de todo lo que me propuse, y de lo que realmente he conseguido.
Ya te adelanto que este es un artículo bastante más extenso de lo que viene siendo habitual, pero ha sido un año intenso, y eran muchos los retos que esperaba lograr hacer llegar a buen puerto.
Quizás sólo te interese ver un poco por encima algunas de las conclusiones obtenidas, si es así salta directamente hasta el final del artículo.
Desde principio de año, me había marcado una serie de objetivos a alcanzar antes de que llegase este fin de año 2013. Dando un vistazo rápido:
Familia y amigos.
Tiempo.
El objetivo: dedicar mayor cantidad de tiempo a cada una de esas personas.
¿Cómo? Para alcanzar este objetivo he de tratar de hacer cosas con mis amigos, mi familia, y especialmente con mi esposa, Rebeca. Al menos una o dos veces al mes con cada uno de ellos.
¿Por qué? Soy consciente que paso demasiado tiempo inmerso en mi trabajo, y aunque ellos entiendan mi situación, me presten su apoyo, y sepan que antes o después estaré con ellos, creo que se lo debo.
Fotografía de Moyan Breen.
También puedes ver sus fotografías en su Blog.
No he llevado un registro del tiempo compartido con ellos, pero no creo equivocarme si doy este objetivo como alcanzado.
Decididamente he pasado más tiempo con la familia, y algo más de tiempo con los amigos. No sólo en cantidad, sino que también ha sido tiempo de calidad, realizando algunas actividades muy interesantes en común como puede ser ir unas cuantas veces al teatro, algún viaje que otro, etc.
Nuestro hijo Saúl.
El objetivo: tener un hijo/a.
¿Cómo? Persistiendo y poniendo todo nuestro espíritu, y todos los medios a nuestro alcance, en ello. No importa por lo que tengamos que pasar, o el tiempo que pase, ambos debemos permanecer unidos y decididos.
¿Por qué? Tener un hijo/a es algo que mi esposa Rebeca y yo llevamos mucho tiempo intentando, y que debido a diversos problemas no había grandes expectativas de alcanzar. No obstante decidimos no rendirnos, ni resignarnos.
El pasado día 25 de septiembre de 2013 tuvimos la gran fortuna de celebrar el nacimiento de nuestro hijo Saúl.
Con ello alcanzamos el objetivo más importante de nuestras vidas, y tan sólo con esto me siento más que agradeció por este año 2013.
Lo que más deseábamos por fin llegó.
Una vida más sana. En cuerpo…
La dieta.
El objetivo: perder peso.
¿Cómo? Practicando una dieta saludable. No me gusta la palabra régimen, por eso decidí ponerme en manos de un especialista, una nutricionista que me guiase y que reeducara mis hábitos alimenticios.
¿Por qué? En el pasado siempre había disfrutado de una excelente forma física, manteniéndome en buena forma sin privaciones de ningún tipo. Equivocadamente he ido manteniendo esa filosofía a lo largo de los años, lo que se tradujo en un aumento de peso.
Todo había ido fantásticamente bien hasta finalizado el verano, casi coincidiendo con el nacimiento de Saúl.
No quiero mentir aquí, en estos últimos 3 meses he ido perdiendo las buenas costumbres que había adquirido, con sus lógicas consecuencias.
Aun así el balance anual ha sido positivo, pero no debo dormirme en los laureles o perderé todo el terreno ganado.
Tabaco.
El objetivo: dejar de fumar.
¿Cómo? Aquí no hay fórmulas mágicas, se necesita fuerza de voluntad y constancia. He decidido que lo mejor es dejarlo sin más preámbulos, nada de poco a poco.
¿Por qué? Aquí en realidad hay dos motivos. A corto y medio plazo, mejorar mi salud, y a largo plazo, y quizás más importante para mí, evitar que mi hijo crezca en un ambiente de fumador.
Fotografía de Nicolas Raymond.
También puedes ver esta, u otras de sus fotografías en su Web.
De forma similar a lo ocurrido con la dieta, hasta hace tres últimos meses había erradicado el hábito de fumar de mi vida.
Sin embargo, desde hace relativamente poco he pecado en alguna que otra ocasión. Han sido unas pocas ocasiones, pero con las adicciones como el tabaco no se puede bajar la guardia.
Deporte.
El objetivo: mejorar la forma física.
¿Cómo? Practicando algún tipo de actividad deportiva, lo que unido los dos objetivos anteriores, debe de ser más que suficiente para volver a unos niveles aceptables.
¿Por qué? No voy a volver a tener 20 años, pero eso no significa renunciar a mantener una buena forma física. Además, esa actividad debería repercutir en el objetivo de perder peso.
Fotografía de Vernon Chan.
También puedes ver sus fotografías en su Web.
Se mantiene la tónica respecto a los dos puntos anteriores, siendo este otro objetivo alcanzado a medias, dejando de lado la práctica habitual de algún tipo de actividad desde mediados de verano.
Probablemente el motivo ha sido no concretar, ni establecer de forma clara y concisa que actividad deportiva se iba a practicar, estableciendo un horario concreto para ello.
Al final quedo en eso, un propósito para 2013 más que un objetivo bien definido.
… y mente. Mens sana.
Do you speak English?
El objetivo: mejorar mi manejo del inglés.
¿Cómo? Tomando clases de u profesor/a nativo, incluso en verano si fuera posible, y midiendo los resultados a través de una prueba de certificación de nivel.
¿Por qué? Había pasado mucho tiempo sin practicar el idioma, y me percaté que había perdido mucho nivel. Además, considero que aprender otros idiomas me aporta mucho más que una mejoría en mi formación y un aumento de mis posibilidades laborales.
Fotografía de Jheffry Swid.
Partía con una base bastante buena, aunque esa base estaba bastante oxidada por los años que dejé de practicar. Casi un año después he recuperado lo perdido, y lo más importante, tengo más confianza en caso de tener que utilizar este conocimiento.
El objetivo está claramente alcanzado, pero considero que el miedo al fracaso me hizo cometer un error.
Fui demasiado conservador a la hora de decidir a qué prueba presentarme, lo que llevo consigo la obtención de un certificado de nivel más bajo de lo que se que hubiera podido ser. Incluso la profesora me hizo ver que había caído en un error.
La lectura es un buen ejercicio para la mente.
El objetivo: aumentar el número de páginas y libros leídos.
¿Cómo? Leyendo, ya sean libros o Blogs a los que estoy suscrito. Pero para hacerlo bien creo que debería de hacerse de forma habitual y constante, no por rachas.
¿Por qué? Hay cientos de motivos, desde tener la posibilidad de descansar y soñar despierto, hasta ejercitar la mente, complementar mi formación o aprender cosas nuevas. En cualquier caso, el hábito de la lectura es muy recomendable para cualquiera.
Haciendo un pequeño balance del año he de concluir que he incrementado el número de publicaciones que sigo a través de internet, y algo menos en formato físico.
Creo que el objetivo está alcanzado, pero para el año próximo debería invertir esa proporción. La literatura en papel tiene un no sé qué especial que no tiene la lectura electrónica, y que me gustaría recuperar.
Esto del Blogging.
El objetivo: dar los primeros pasos como bloguero.
¿Cómo? Estudiando y aprendiendo cómo hacerlo, para cuando me considere preparado crear un Blog propio.
¿Por qué? Lo cierto es que, como tantas cosas en la vida, nunca me había planteado la posibilidad de escribir un Blog, pero desde siempre me ha atraído la idea de escribir, y tras leer sobre ello en internet algo se removió dentro de mí.
Fotografía de Beth Kanter de Cambodia4kids.org.
También puedes ver sus fotografías en su Web.
Aun recuerdo la experiencia al presionar sobre el botón de publicar el pasado día 24 de abril de 2013, sentí una mezcla de pánico, nervios e incertidumbre. Desde entonces, me he mantenido en la brecha con algunos altibajos.
Algunos meses he publicado más, otros no he podido disponer de tanto tiempo libre como hubiera podido desear, y he tenido que reducir el ritmo, pero 8 meses después sigo ahí.
El propósito estándar.
El objetivo: cómo no, escribir un libro.
¿Cómo? Al finalizar el año debería de tener claro al menos sobre qué escribir, y el título del libro.
¿Por qué? Muy en sintonía con el punto anterior, desde siempre he tenido la tentación de escribir sobre algo.
Supongo que será uno de los propósitos de fin de año más extendidos, y por tanto uno de los propósitos de fin de año que más quedan en el olvido.
Tengo en mente un par de temas concretos sobre los que escribir, y un título para cada uno de ellos.
Puede que se trate de algo relacionado con el Blog, y que posteriormente se encuentre disponible en forma de descarga gratuita.
La otra opción sería escribir sobre la historia familiar, y el pequeño drama por el que tuvo que la familia hasta que conseguimos tener un hijo. Una historia que afortunadamente culminó con un bonito final.
El plano laboral.
¿Qué piensan? ¿Qué sienten?
El objetivo: obtener, y dar, feedback a mi personal, de forma que tengan una visión clara de los objetivos que se pretenden alcanzar en la Unidad.
¿Cómo? Manteniendo el clima de confianza existente en mi Unidad, y la certeza de que toda crítica constructiva es escuchada y tenida en cuenta, independientemente de quién la haga.
¿Por qué? El líder debe tener un conocimiento lo más exacto posible de lo que está ocurriendo y como se sienten las personas que forman su equipo, para así ser capaz de aprovechar al máximo todo lo que puede aportar su personal, resolver sus problemas y proveerlos de lo que necesiten para desarrollar su trabajo en las mejores condiciones posibles.
Fotografía de Martin Pettitt.
Aunque esta filosofía de trabajo ya existía en la Unidad, siempre hay que tener presente que cualquier paso en la dirección equivocada, una respuesta mal dada o un mal día, puede dar al traste con todo.
Me he enfrentado una vez más al exigente examen que todo subordinado hace de quien lo dirige, preguntando de forma directa, u obteniendo información indirectamente a través de terceros.
La conclusión ha sido clara, hasta el momento gozo de la confianza de las personas que forman la Unidad, así como la de mis jefes.
¿Las reuniones son eficaces?
El objetivo: conseguir que las reuniones de trabajo sean más productivas e interesantes.
¿Cómo? Preparándolas previamente, ya sean las que he sido convocado, o las que convoco. Establecer momentos en los que promover la participación de todos los que asisten.
¿Por qué? El tiempo dedicado a reuniones se aprovecha mucho más si todo el mundo tuviese un conocimiento claro de los temas a tratar, lo que quieren aportar, y si se mantiene el orden en las intervenciones.
En algunas ocasiones ha sido así, y en otras no. Todo ha dependido mucho del tiempo disponible para preparar estas reuniones.
Por tanto, creo que lo más razonable es reconocer que este ha sido un objetivo alcanzado sólo a medias.
Innovación y cambio.
El objetivo: proporcionar empuje, e ilusión, a las personas que lidero.
¿Cómo? Dedicando tiempo a la innovación y desarrollo de nuevos procedimientos operativos, y proyectos que involucren a todos.
¿Por qué? No se trata tanto de cambiar lo que ya funciona, si no de mejorar lo que ya existe, o cambiar lo que no funciona como debería. Es fácil caer en la autocomplacencia, y continuar haciendo lo mismo, de la misma manera, sólo porque siempre se ha hecho así.
Fotografía de Nana B Agyei.
Apoyándome en mis colaboradores más cercanos se han hecho algunos cambios. Se han cubierto algunos frentes que estaban un poco olvidados.
Si bien es cierto que estos proyectos ya han sido implementados, también es cierto que se encuentran en fase de prueba, sin embargo se puede decir que han servido para dar impulso a la Unidad, y que han mejorado la eficacia del servicio prestado.
Disciplina en la oficina.
El objetivo: no ir dejando para última hora los asuntos de oficina.
¿Cómo? Planificando el trabajo a realizar, y manteniéndome en el camino de la disciplina y la constancia.
¿Por qué? No suelo entregar ningún trabajo fuera de plazo, sino que hago las cosas en tiempo y forma. Sin embargo, también es cierto que dejar trabajo para última hora se traduce en mayor presión y estrés. Presión que, bien vista, era totalmente innecesaria.
Quitando un par de excepciones puntuales, he conseguido mejorar mucho en este aspecto, más aun si cabe al tener en cuenta que este año he tenido que afrontar bastantes más retos que el año pasado.
La planificación previa, y el uso de algunas herramientas de organización y productividad personal, me han ayudado a mantener todo bajo control, saliendo bien parado de momentos en los que me he podido sentir algo saturado.
Desarrollo personal.
Mejorar como persona.
El objetivo: corregir algunos problemas de carácter.
¿Cómo? Con mucho esfuerzo, humildad y escuchando a las personas a las que pueden afectar mis cambios de humor.
¿Por qué? Soy una persona bastante apasionada y crítica en todos los aspectos de mi vida, para lo bueno y para lo malo. En ocasiones, no muchas pero sí las suficientes, tomo cabreos innecesarios y le doy una importancia a las cosas que realmente no tienen.
Mejorar mi carácter. Especialmente si me encuentro muy tenso, o estoy muy involucrado en algo. El objetivo es mantener la pasión y el espíritu crítico, sin llegar a caer en esos cabreos que sólo retrasan y entorpecen.
Creo que he mejorado. No puedo decir que esos enfados se hayan reducido a cero, pero creo vehementemente que he avanzado.
El feedback que recibo, especialmente de mi esposa, así como un pequeño registro en el que reflejo mis cambios de humor, indican que camino lento, pero que voy en buena dirección.
Marcando metas nuevas.
El objetivo: establecer nuevos objetivos vitales.
¿Cómo? En realidad es tan simple como pensar detenidamente en cómo me gustaría verme de aquí a unos años, en mis sueños o en lo que quiero conseguir.
¿Por qué? Desde muy joven tuve claro que era lo que quería conseguir en la vida, y lo conseguí. Después de eso he estado disfrutando del presente y ha estado bien, pero creo es momento de volver a poner la vista en donde quiero estar en unos años para saber qué rumbo tomar.
Fotografía de Eric The Fish.
También puedes encontrarlo en su Blog.
Sí, después de meditar un poco he descubierto que es lo que espero de la vida a 4 o 5 años vista o incluso más allá.
Son objetivos importantes y ambiciosos pero sencillos, y he de reconocer que al marcar ese nuevo rumbo he vuelto a sentir emoción e ilusión por lo que puedo encontrar a la vuelta de la esquina. Reconozco que también he notado como se incrementa la presión.
Evaluar es casi tan importante como hacer.
El objetivo: evaluar los progresos realizados.
¿Cómo? Llevar a cabo un seguimiento mensual de la dirección en la que voy avanzando, comprobando que mis acciones estén alineadas con los objetivos de esta lista, y estos a su vez en sintonía con los objetivos vitales que se establezcan.
¿Por qué? Establecer la evaluación como un objetivo más debería ayudarme a alcanzar un mayor compromiso entre lo que quiero y lo que hago, de lo contrario puede que esta lista sólo se convirtiese en un cúmulo de buenas intenciones.
He tratado de ser lo más objetivo posible, y cuando he dudado de mi propia objetividad he recurrido a mi esposa, y a mis amigos más íntimos. Les he dejado muy claro que esperaba de ellos total sinceridad y así ha sido.
Como podrás imaginar esta es la última evaluación del año, como ya he expuesto creo que se ajusta bastante bien a la realidad.
Propósitos de año nuevo 2013. Conclusiones.
Después de un año lleno de retos y oportunidades, sorpresas y aventuras, sólo puedo concluir que el haber establecido un plan anual con mis objetivos, ha sido muy positivo.
Tan sólo por el hecho de mi mujer y yo hayamos sido honrados con el mejor regalo que podíamos esperar, nuestro hijo Saúl, ha hecho que todo mereciera la pena, y que no tenga ningún deseo de desandar ni un solo paso del camino recorrido hasta el momento.
No quiero engañarme a mí mismo. He cometido errores, y en algunos casos he fracasado de forma casi estrepitosa, especialmente en lo que se refiere a una vida más saludable. Aun así creo que he avanzado en la dirección deseada, quizás no he alcanzado la forma física que tenía en mente, pero indudablemente estoy mejor.
Tampoco quiero que caigas en el error de pensar que he vivido una vida programada. Todo lo contrario, al disponer de una guía en la que veía reflejado lo que quería conseguir a lo largo del año 2013, he sido libre para huir de la rutina diaria que nos persigue a todos.
Ahora ya sólo me queda empezar a pensar en lo que toca para el año que viene. Retomar en el punto donde quedaron los objetivos en los que fallé, y marcar cuales van a ser las nuevas metas a alcanzar.
Y tú, tienes ya preparado tu plan de viaje para el próximo año 2014?
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