Más allá del descanso, entretenimiento y ocio, el que de vez en cuando nos lancemos a la aventura de viajar es algo bueno para el liderazgo.
Desde hace 9 años, mi familia y otra pareja de amigos, comenzamos con el hábito de viajar, dos o tres veces al año.
Sé qué estarás pensando. Que para viajar es necesario tener mucho dinero. Pero te digo con total sinceridad, viajar no tiene porque ser más caro a lo que te sueles gastar en vacaciones en una zona más o menos cercana a donde vives.
Es más, en una ocasión nos decidimos a hacer un viaje al uso en verano. Fin de semana en aparta-hotel baratito de la playa. El resultado, tres días a un coste similar o superior a cinco días en una ciudad de Europa, con una calidad del servicio muy inferior.
Pero claro, como todo en la vida tiene «desventajas», depende de para quien. Para que viajar no se nos salga del presupuesto, nosotros nos organizamos nuestros propios viajes, y esto es lo que nos ha dado la oportunidad de viajar a un coste bastante ajustado.
Pero esto no es lo importante. El título del post reza que viajar es bueno para el liderazgo, al menos esa es mi experiencia, y aquí te doy algún motivo aunque no sean los únicos.
Nos hace más creativos y curiosos.
Viajando tendremos la oportunidad de ver otras formas distintas de hacer las cosas, tan válidas y efectivas como la nuestra.
Por supuesto, debemos ser capaces de aprovechar estas experiencias, y extraer de ellas las enseñanzas que podamos. Con esto, acabaremos el viaje un poquito más sabios a como lo comenzamos.
Habitualmente ocurre que cuanto más aprendemos, más queremos aprender. Así mismo, cuanto más viajemos haciendo uso de esta filosofía, mayor impacto tendrá en nuestra creatividad, y en nuestra capacidad para asimilar cosas nuevas.
Nos hace más cívicos y humanos.
Al conocer otras culturas y costumbres se amplían nuestros horizontes, y poco a poco vamos perdiendo toda esa serie de prejuicios que la sociedad nos había ido creando en los primeros años de nuestra vida.
Muy en sintonía con el punto anterior, cuanto mayor es nuestra capacidad para asimilar cosas nuevas, mayor es nuestra capacidad para entenderlas.
De forma paralela, cuanto mayor sea nuestra capacidad para entender costumbres y formas distintas de hacer las cosas, mayor es nuestra capacidad de aceptarlas, aun siendo muy diferentes a las que ya teníamos preconcebidas.
Nos hace más libres y adaptables.
En casa, en nuestro barrio o en nuestra ciudad, disponemos de todas las comodidades de las que nos hayamos podido surtir. Además de esto, conocemos casi al milímetro todo lo que nos rodea, los mejores atajos para llegar a cada sitio, los mejores restaurantes, etc.
Una vez que salimos de ahí todo comienza a ponerse un poco más difícil, y acciones tan sencillas como buscar donde comer precisa de un esfuerzo adicional a lo que habitualmente veníamos estando acostumbrados.
Enfrentarnos a esa nueva ciudad o país, puede resultar un tanto complicado. Pero con el tiempo vamos mejorando nuestra capacidad de adaptación, más rápido cuanto más viajemos.
Nos hace más…
Podría seguir dando más motivos por los considero que viajar es algo beneficioso para el desarrollo de las personas y del liderazgo, pero también creo que lo realmente importante es que cada uno descubra que es lo que le aporta viajar, no va a ser lo mismo para mí que para ti.
Yo por mi parte estoy seguro que, si te decides a viajar con una actitud abierta para aprender y para el cambio, te va a aportar más de lo que te va a costar.
¿Consideras que viajar es bueno para el liderazgo? Si es así puedes aportar al Blog con un comentario sobre lo que te aporta, si no también te animo a dar tu opinión sobre el asunto.
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