Más allá de aumentar nuestra formación, y nuestras posibilidades laborales, aprender idiomas puede ser algo muy positivo para el liderazgo.
Como todo en la vida tiene «desventajas». Entre otras, te va a ocupar parte del tiempo que tuvieras reservado para tu disfrute personal, o tu descanso.
Sin embargo, es seguro que tanto el proceso en sí, como el hecho de aprender un idioma, puede resultarte muy beneficioso en el largo camino que te va a llevar a convertirte en un buen líder, y a mejorar en el plano personal.
Te hace más receptivo.
En alguna ocasión he leído o escuchado, que aprender idiomas ayuda a desbloquear la parte creativa de nuestro intelecto, de una u otra forma.
No dispongo de datos empíricos que demuestren lo anterior, pero personalmente tampoco los necesito. Lo cierto es que cuando nos disponemos a aprender algún idioma, al igual que para viajar, adoptamos una actitud mental abierta.
Esta actitud mental nos va a ayudar a desarrollar una serie de actitudes muy positivas a la hora de ponernos al frente de un grupo de personas. Viajando tendremos la oportunidad de ver otras formas distintas de hacer las cosas, tan válidas y efectivas como la nuestra.
Consciente de tu ignorancia.
Cuanto más profundizamos en el aprendizaje del idioma, más conscientes somos de lo mucho que nos queda por aprender, aunque tengamos un excelente manejo de esa lengua.
Con el tiempo, esta disposición intelectual nos ayuda a reconocer nuestra ignorancia en la materia, y termina haciéndose extensiva a otras disciplinas, por lo que nos mostraremos más receptivos a la hora de escuchar las opiniones y posturas de otras personas.
Comprensivo y tolerante.
Cuando aprendes otro idioma, estás aprendiendo a comunicarte con otras personas que tienen una cultura y costumbres distintas a las tuyas.
Esto amplía tus horizontes, y gracias a ello te hará consciente de la diversidad existente en este mundo. Te hará capaz de entender y aceptar que, aunque sean muy diferentes a la tuya, existen distintas formas de hacer las cosas.
Aprendes cosas nuevas.
O bien profundizar aun más en el aprendizaje del idioma, o bien en cualquier otra materia. Debes aprovechar ese momento de inspiración y apertura mental al aprendizaje.
Lo habitual suele ser que, al descubrir nuestra propia ignorancia en algo que nos interesa, después de haber invertido tiempo en rascar la superficie de esa materia, nos pique el gusanillo y decidamos continuar aprendiendo.
Te hace sentir bien.
Enfrentarnos al reto de aprender un nuevo idioma puede comenzar siendo algo bastante complicado, estresante y confuso.
Los primeros días estarás sentado entre extraños que parecen saber que hay que hacer cada día. Además te sientes un poco estúpido, y casi te avergüenzas de los errores que cometes, tienes la sensación de ser el que peor lo hace.
Es tu lado conservador que intenta resistirse al cambio. Lo bueno es que con el tiempo empezaras a sentirte cómodo, y a medida que vayas mejorando sentirás como esa actividad educativa se va transformando en recreativa.
Aprovechas el tiempo.
Una de las cosas que sí que percibirás casi de forma inmediata es que estás aprovechando el tiempo, no estás dejando que tu vida se convierta en una sucesión de horas muertas.
Nadie podrá cuestionar que aprender otros idiomas es un factor clave para mejorar en el trabajo actual o acceder a otros en el extranjero, para viajar o simplemente comunicarnos, las posibilidades son muchas y variadas, pero lo que es incuestionable es que es útil.
Proporciona seguridad.
Conforme tu dominio del idioma seleccionado vaya aumentando, notarás como tu seguridad al hacer uso del mismo aumenta de forma paralela.
Tu autoconfianza y autoestima se verán reforzadas gracias al proceso de aprendizaje continuo que precisa el idioma. Te irás percatando que no lo haces tan mal como creías, y en cualquier caso estás aumentando tu nivel de comunicación, y capacidad de adaptación.
Proporciona libertad.
Enfrentarnos al reto de aprender un nuevo idioma puede comenzar siendo algo bastante complicado, estresante y confuso.
Sin embargo, conforme vayas mejorando tu dominio del idioma, y tu nivel de comunicación, irás sintiendo cómo aumenta tu capacidad de adaptación, a nivel interno, y con ello la sensación que existe una barrera menos entre tú y el resto del mundo. Eres más libre.
Mejorar tu liderazgo, y más…
Habrá decenas de otros motivos por los que aprender idiomas te aportaría algo beneficioso en tu desarrollo personal, y para mejorar tu liderazgo.
Pero ese es un camino que deberías ir descubriendo por ti mismo, ya que seguro que no va a ser lo mismo para ti que para mí. En cualquier caso, tan importante es aprender el idioma, como lo que vamos obteniendo a nivel interior de ese proceso de aprendizaje.
Yo por mi parte estoy seguro que, si tomas la decisión de aprender un nuevo idioma con una actitud mental proclive a aceptar el cambio, te va a aportar más de lo que te va a costar.
¿Consideras que aprender idiomas puede ser beneficioso para el liderazgo? Si es así, o quieres dar tu opinión sobre el artículo, puedes aportar al Blog comentando.
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