A veces, los seguidores son tan importantes como el líder del movimiento. Si atendemos a lo que Derek Sivers nos muestra, quizás incluso más.
Aunque parezca difícil, en este vídeo de apenas 3 minutos, podrás ver todo el proceso de creación de un movimiento, y como, si dejamos de lado nuestro miedo al ridículo, podemos iniciar grandes cosas.
También la gran importancia que cobran los primeros seguidores, aquellos que tienen agallas para sobresalir, y unirse, como el propio Derek indica.
Coraje para ser el primero.
Evidentemente, iniciar un movimiento, requiere cierta dosis de coraje y valentía. Las personas, en general, buscamos la estabilidad, y evitamos salir de nuestra zona de confort.
Entre otras cosas, tendremos que asumir cierto recelo hacia nuestro movimiento, como mínimo, cierta resistencia a unirse al mismo, incluso quienes en un futuro puede que lleguen a ser seguidores nuestros.
A parte de esto, debemos luchar con nuestro propio sentido del ridículo, o con el miedo de que los demás crean que estamos haciendo el ridículo.
Coraje para ser el segundo.
Por más que nos guste la forma y fondo de una causa, iniciar un movimiento, o unirnos a uno que aun no tiene seguidores, es algo que se nos hace cuesta arriba.
Como bien dice Derek Sivers, el primer seguidor es una forma subestimada de liderazgo, ya que, en no pocas ocasiones es este primer seguidor, y no el propio líder, quien se incorpora al movimiento de forma consciente, y da forma al mismo.
Este primer seguidor se expone al ridículo y al rechazo, tanto como la primera personas que inicia el movimiento, y es probable que en caso de que el movimiento triunfe, no tenga tanto reconocimiento.
Nuestros seguidores, nuestros iguales.
La actitud que mantengas hacia tus seguidores, será algo fundamental, especialmente hacia ese primer o segundo seguidor.
Como poco, has de reconocerles el valor mostrado para unirse, cuando aun nadie cree en tu causa. Su vínculo hacia el movimiento, va a ser mucho más fuerte que el del resto. O bien se unieron a ti por amistad, o bien porque realmente creen, aunque sea una causa perdida.
También, si te paras a pensar en la forma en que te has hecho seguidor de alguien, o de algo, en la mayoría de las ocasiones verás que alguien te habló de ello, o te invitó para que probases a ver. Habitualmente llamamos a esto boca a boca.
Por todo esto, es muy importante que a estos primeros seguidores, se les sitúe al mismo nivel que al propio líder.
De chiflado a visionario.
Una breve cronología, de algunos acontecimientos que podemos ver en el vídeo, entre el minuto que transcurre entre el 0:50 y el 1:50, nos va a mostrar de forma nítida, como incluso quien considera que estamos haciendo el mayor de los ridículos, y repudia aquello que hacemos, puede terminar formando parte de nuestros seguidores.
En el 0:51, una mujer con el pelo oscuro, cortado a la altura de los hombros, que viste una camiseta amarilla y pantalón oscuro, camina alejándose del movimiento, mirándolos sin tener intención de unirse al mismo.
En el minuto 1:13, una mujer vestida con un bikini de dos piezas, y una toalla azul atada a la cintura, muestra interés por el movimiento, aunque no termina de decidirse a unirse.
Entre el minuto 1:15, y el 1:30, se unen al movimiento bastantes personas. Todas ellas con bastante energía, aprovechando el tirón ejercido por los primeros seguidores.
En el minuto 1:30, alguien vestido con pantalón corto claro, y camiseta negra sin mangas, se dirige lentamente hacia la zona donde se encuentra el movimiento, con intención de unirse a ellos.
Para mí, este es un momento importante. En este momento, alguien que tenía un umbral de miedo a hacer el ridículo, superior al resto, aunque tímidamente, ha tomado la decisión de unirse. Después de esto, todo va a cambiar.
En el minuto 1:38, dos personas, una con camiseta roja, y otra con camiseta azul y sombrero, se lanzan. Hasta hacia tan sólo un minuto, estaban a escasos metros de quienes iniciaron el movimiento, quizás incluso pensaran que narices estaban haciendo, y sin embargo, ahora se unen.
A partir de aquí, la gente corre a unirse, esto ya es una moda. Ahora, la presión social, está a favor del chiflado, y es en el minuto 1:49, donde podemos ver un hecho de gran trascendencia para el movimiento.
Aquella mujer de pelo oscuro y cortado a la altura de los hombros, que vestía una camiseta amarilla y pantalón oscuro, y que en el minuto 0:51 se alejó del movimiento, se levanta y comienza a bailar.
No se acerca al grupo que inició el movimiento, pero siente la necesidad de seguirlos. O bien porque desde el principio lo deseaba y no se atrevía, o bien, aunque no se sienta especialmente cómoda bailando, para no ser víctima de la exclusión social.
Sorprendente verdad, incluso aquellas personas que en un principio parecen querer alejarse de quienes sobresalen del resto, y llaman la atención sobre los demás, pueden terminar sucumbiendo a la fuerza generada por el movimiento. ¿O quizás no es algo tan sorprendente, y es en realidad algo habitual?
¿Miedo al ridículo, miedo a ser ridiculizado?
Si después de esto, sigues teniendo miedo de hacer el ridículo, o a ser ridiculizado por los demás, por iniciar un movimiento, algo nuevo, o por pensar de forma distinta al resto y expresarlo. Piensa en lo que Derek Sivers nos dice al final de su charla:
[box style=»rounded»]Si os preocupa empezar un movimiento, tened el coraje de seguir y enseñar a otros como seguir.
Si veis a un chiflado solitario haciendo algo genial, tened las agallas de ser los primeros en sobresalir y unirse.[/box]
A fin de cuentas, es otra forma de liderar.
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[…] “¿Miedo al ridículo? Cómo empezar un movimiento” (interesantes los apuntes que hace el autor con el minutaje del vídeo) […]