Comunicación y liderazgo son dos conceptos que van muy unidos de la mano, ya que para desempeñar correctamente su cometido es necesario que el líder sea capaz de transmitir motivación y visión global al resto de su equipo.
Hoy te traigo este vídeo de Melissa Marshall, una profesora de comunicaciones, en el que explica cuatro consejos muy sencillos que dio durante una clase de comunicación a unos estudiantes de ingeniería.
Reuniones, entrevistas, charlas, etc., el caso es que a veces nos perdemos en explicaciones extensas y complicadas, olvidándonos que toda conversación está formada por al menos dos personas. El emisor, y el receptor.
Si apartamos por un momento el hecho de que ella habla a científicos e ingenieros, nos percataremos que el fondo es perfectamente aplicable para cualquier persona que tenga responsabilidades de liderazgo en una organización.
¿Cuando hablas te pones en el lugar de quien ha de escucharte?
¿Porque es relevante?
En ocasiones nos liamos a hablar sobre algo, tratando de transmitir la importancia que puede tener para la organización, o para nuestro equipo, describiendo paso a paso la forma de implementar esos cambios. Incluso podemos mostrar lo sencillo que sería hacer esos cambios.
Sin embargo, nos estaríamos olvidando de lo que realmente importa, lo que realmente interesa a quienes están recibiendo ese mensaje no es tanto el qué o el cómo, si no el porqué deberían hacerlo.
¿Por qué debería ser importante para ellos?
La respuesta es mucho más sencilla de lo que crees, y es que en la mayoría de los casos suele ser por los mismos motivos por los que fue importante para ti.
¿De verdad te están entendiendo?
Si recapacitamos un poco nos daremos cuenta que en algunos casos, tal y como dice Melissa, las jergas profesionales sólo constituyen barreras en la comunicación.
Si algo se puede decir de forma que todos los que se encuentran presentes nos entiendan, no hay motivo para excluir a algunas personas de la conversación, aunque recuerda que eso no significa que caigamos en el error de hablar como si esas personas fueran tontas.
Puedes ser una persona con grandes conocimientos en tu campo y grandes aspiraciones de desarrollar tu liderazgo, pero si quienes han de seguirte no te entienden difícilmente podrán llevar a cabo lo que pretendes, y mucho menos llegarán a formar un equipo cohesionado.
Una frase de Albert Einstein resume esto claramente: «Se debe hacer todo tan sencillo como sea posible, pero no más sencillo.»
No hablas con robots, hablas con personas.
Sí, es bueno esquematizar las ideas y darles forma para llevar a cabo una comunicación eficaz, pero no debemos caer en el error de hacer de nuestra comunicación un esquema.
Es probable que si hacemos esto transmitamos con bastante fiabilidad y sencillez nuestra visión, pero también es cierto que será una comunicación carente de pasión.
Podemos apoyarnos en frases simples, o ideas fuerza, para que todo el mundo tenga claro de qué estamos hablando, y hacia dónde va la conversación. Cuanto más sencilla sea la idea fuerza, y mayor la carga emocional, mejor.
Apóyate en una idea fuerza sencilla y con fuerte carga emocional, y recuerda que también te ha de inspirar a ti, si no, difícilmente apasionará a tus seguidores.
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