Ninguno estamos exentos de atravesar situaciones complicadas a nivel personal, o laboral. Situaciones en las que nuestra motivación y empuje se ven afectados.
Como no podía ser de otra manera, esto también afecta a quien ejerce las funciones de liderazgo del equipo.
El líder no está solo.
Has de ser consciente que, si ha sabido ejercer ese liderazgo con humildad y espíritu de servicio, el líder no está sólo. No estuvo solo en los éxitos, y muy probablemente su personal no lo dejará solo en las adversidades.
A continuación te expongo algunas de las oportunidades que tendrás para percibir de forma clara, como las personas que lideras te dan fuerzas y energías para superar las dificultades y seguir en la brecha.
Les preocupan tus problemas.
Todos tenemos una vida a parte del trabajo, y en ocasiones atravesamos momentos difíciles en el plano personal o familiar.
Valora las ocasiones en las que tu equipo se hace presente a nivel personal, como muestra de su apoyo y compromiso contigo, incluso aunque tú no les hayas hecho partícipes de esas circunstancias por las que estás pasando.
Tiran del carro cuando tú no estás.
Aunque a todo buen líder le gustaría estar siempre al frente de los suyos, ayudándoles a crecer como equipo, y proporcionándoles su apoyo, por los motivos que sean no siempre es posible.
Llegado el momento, tu equipo dará un paso al frente y se hará cargo de la situación, tirando del carro y ejerciendo liderazgo sobre sí mismos. Entre otras cosas lo harán como forma de corresponder el espíritu de servicio que imprimiste al ejercer tu liderazgo.
Están ahí por mucho tiempo que pase.
En la mayoría de las ocasiones, las personas que forman parte de los distintos equipos de trabajo van cambiando, de forma temporal o permanente.
Las comunicaciones que estas personas establezcan contigo, ahora a nivel personal y fuera de toda relación de trabajo ya que no eres su líder formal, es otra forma de percibir la influencia que puedes haber ejercido sobre ellos, y también la que ellos ejercen sobre ti.
Te identificas?
Si te identificas con alguna de las situaciones antes descritas estás de enhorabuena, muy probablemente eso será así porque has sido capaz de ganarte su respeto y compromiso, no sólo como jefe-líder, sino también como compañero.
Habrás sido un líder preocupado por las necesidades y la formación de tu personal, y en proporcionarles motivación y confianza suficiente para que evolucionen y se desarrollen más allá de lo que requiera meramente su función laboral.
No habrás sido egoísta acaparando el liderazgo y los éxitos alcanzados por tu equipo. Has sido un líder auténtico.
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