En algún momento de tu vida habrás hecho algo que te costó la confianza que otra persona tenía depositada en ti. En ese momento el verdadero fondo del asunto era ¿cómo recuperar la confianza perdida?
Todos cometemos equivocaciones. Piensa, y trata de recordar. No te preocupes, nos ha pasado a todos, aunque a algunos les cueste más reconocerlo.
Siguiendo un poco el hilo del último artículo, surge una pregunta muy interesante para cualquiera que tenga, o aspire a tener responsabilidades de liderazgo sobre otras personas, y es que…
…en el caso de que la perdamos, ¿cómo recuperar la confianza de otras personas?
¿Podemos recuperar la confianza?
Si hacemos caso a lo que Onora O’Neill nos exponía, estaríamos colocando las cosas al revés, es decir, no podemos reconstruir lo que no depende de nosotros.
En todo caso, esas personas que antes confiaban en ti, son las que deben de volver a tomar la decisión de hacerte depositario de su confianza.
Eso sí, te corresponde a ti proporcionar esos nuevos elementos de valor que consigan inclinar nuevamente la balanza hacia tu lado.
Dar pruebas de ser digno de confianza.
Evidentemente, la mejor manera de dar remedio a este problema, es dar nuevos argumentos a la parte desengañada de que puede confiar en ti.
En este caso lo que valen son las acciones, no las palabras, por lo que lo mejor es dar pruebas de que mereces esa confianza que una vez gozaste, es decir, debes dar pruebas de que eres una persona digna de confianza.
Quizás una de las cosas que deberías de hacer primero es un poco de introspección, y valorar si con tu actitud has dejado de ser una persona confiable. Se sincero contigo mismo, ¿has sido una persona honesta e integra de carácter?
Si la respuesta es negativa, o si tienes dudas, lo mejor que puedes hacer es plantearte cómo recuperar la confianza de tu equipo, aquí van algunas ideas que quizás puedan serte de utilidad.
¿Reafirmar tu competencia, honestidad y responsabilidad?
Estos eran los tres puntos que debíamos evaluar a la hora de determinar la confiabilidad de alguien.
Volcar tus esfuerzos en volver a mostrarte como esa personas competente en lo que haces, honesto con los demás, y responsable en las tareas que acometes, puede ser un buen punto de partida.
Despierta, y trata de proporcionar valor como nunca.
El tendero que se ofrece a devolver íntegramente, el importe de cualquier artículo comprado en su establecimiento, es un buen ejemplo de ello. Confía tanto en la calidad de su producto que no teme hacerlo, ya que espera que sus clientes se sientan plenamente satisfechos.
En realidad esto no deja de ser una mezcla de competencia y honestidad, ya quien hace esto está seguro de que hace lo mejor para sus clientes, o en el caso del líder, para su equipo.
Tendrás que despertar y esforzarte mucho, y muy probablemente te situarás en una situación de desventaja, y te mostrarás más vulnerable ante tus subordinados, pero es lo que toca cuando has sido tú quien les ha fallado a ellos. Además, no será siempre así, al final las aguas volverán a su cauce.
Tendrás que ser humilde y paciente.
Algo que debes tener en cuenta es que, una vez perdida, ganarte de nuevo la confianza de una persona es muchísimo más costoso que cuando lo hiciste por primera vez.
Ten presente que lo has decepcionado. Por los motivos que sean, esa persona se siente traicionada, así que recuperar su confianza se va a convertir en un proceso lento y laborioso.
Puede que hayas perdido la confianza de tu personal porque se te haya subido el poder a la cabeza, en ese caso, desciende al plano de los mortales y haz una cura de humildad. Recupera ese espíritu de liderazgo de servicio que te llevó a ganarte la confianza de tu equipo.
Las personas confían en las relaciones.
Construir relaciones duraderas con los miembros de tu equipo es fundamental si quieres convertirte en un buen líder, y también puede convertirse en un proceso largo, pero es probablemente la mejor manera de ganarte su confianza.
Claro que puedes ganarte la confianza de tu equipo con buenas palabras, permitiendo un bajo rendimiento sin preocuparte sinceramente por tus subordinados, alimentando falsas expectativas y practicando un doble juego, desde mi punto de vista muy peligroso.
Pero cuando la confianza se construye alrededor de las relaciones, llega a ser a prueba de bombas.
Cuando uno posee esa confianza basada en las relaciones, se siente capaz de atacar cualquier objetivo y ganarlo para gloria de todos los que forman su equipo, y aun en el caso de fallar mantendrás esa confianza.
Quizás, si has liderado con compromiso y lealtad hacia tu equipo, puede que algunos de tus seguidores se pongan frente a ti para hacerte saber que, aunque les hayas fallado, van a mantener su confianza en ti y te van a dar otra oportunidad.
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