Si usualmente lees en Blogs, es muy probable que hayas oído hablar del networking en uno u otro momento.
Y tú te preguntarás qué es networking, y cómo puede el networking ayudarte a impulsar tu posición de liderazgo, y la influencia que ejerces sobre otras personas.
Qué es networking, y porque debería importarme?
Networking es esencialmente establecer, y estrechar, relaciones con otras personas que comparten nuestros intereses, o nuestra profesión. Es decir, lo que toda la vida ha sido el tomarnos un café con personas de nuestro entorno social o laboral, y quien dice un café, dice comer o cenar, acudir a eventos, etc., y tratar de conocer gente, o relacionarnos con las personas que conocemos.
El ganadero que acude a la feria porcina de su ciudad está haciendo networking, el fan que va a la convención de comics donde puede conocer a tal actor o dibujante, o pasar un rato charlando con otros como él, también hace networking, y así podríamos seguir con un sin fin de ejemplos más.
El motivo por el que debería importarte esto del networking es porque es algo muy útil para darnos a conocer, para escuchar y aprender de las experiencias de otros, o para encontrar nuevas oportunidades, y quien sabe, también es un buen lugar donde hacer nuevos amigos.
Por supuesto, el networking también puede ser útil a la hora de impulsar tu liderazgo, todo no lo vas a conseguir dirigiendo a tu equipo sentado en tu sillón, desde el otro lado de la mesa de tu despacho.
Con quién, que me pueden aportar?
Personas de fuera de tu entorno.
Sí, existen personas que están fuera de ese entorno más cercano a ti, más allá del ámbito laboral, o de tu círculo personal más cercano.
No hay que despreciar el valor de las relaciones fuera de nuestro entorno, especialmente debido a que es una fuente inmensa de conocimiento y experiencias, o acaso tú no has aprendido grandes cosas de tu abuela, escuchando a otras personas mayores, o incluso de una charla casual con alguien que hasta ese momento era un desconocido para ti, aunque después hicieseis buenas migas.
Evidentemente también es muy útil establecer relaciones con otros organismos e instituciones. Puede que unos tengan funciones iguales, o muy similares, al tuyo, otros quizás no tengan nada que ver.
Nunca se sabe si en un futuro puede hacer falta la ayuda de esa persona a la que nadie dedicó unos minutos, pasando a verla para tomar un café e interesarte por lo que hacía, darle las gracias por su tiempo y dedicarle una sonrisa.
Los jefes.
Claro que hemos de hacer networking con los jefes, pero no debería ser el foco principal de nuestros esfuerzos en este aspecto.
En mi opinión, a no ser que sólo pienses en ti mismo y busques visibilidad a corto plazo, deberías dedicarte a cultivar relaciones más provechosas a largo plazo como pueden ser tus subordinados, tus compañeros, o con personas ajenas a tu entorno.
Si has desarrollado de forma efectiva tu liderazgo, y si tu equipo ha evolucionado bien, enfrentándose a situaciones difíciles contigo al frente, tu trabajo, otras personas, y en especial tus subordinados, harán gran parte de ese networking por ti ante tus superiores.
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Nuestros inmediatos superiores.
No obstante lo anterior, no quita el que de vez en cuando nos pasemos a hablar con nuestro jefe más inmediato, ya que entre otras cosas es ante él ante quien has de rendir cuentas, y quien te dará las instrucciones y directrices de lo que va a ser tu trabajo.
Puede que en un principio la relación se sitúe en un plano estrictamente profesional, y sea algo fría y distante.
Es lo más normal del mundo, ya que a nadie le gusta que se le acerque ese nuevo «jefecillo» , como si lo conociese de toda la vida, sin haberse ganado esa confianza y respeto que sí que poseen otros subordinados veteranos que quizás tengan menor nivel en la cadena jerarquiza de la organización. Resumiendo, no vayas de colega y de listillo con el jefe.
Lo normal es que si has ido ofreciendo resultados, si eres una persona honesta y sincera, y si te has comportado como un buen líder, esto vaya cambiando y la relación con tu jefe se vaya haciendo más cercana y amigable.
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Los jefes de nuestros jefes.
Antes o después, surgirá una ocasión para conocer a los jefes de tus jefes, puede que incluso a la cúpula de la organización o empresa a la que pertenezcas.
Es bueno que aproveches esta oportunidad única. Aunque la pura realidad es que, en la mayoría de los casos no sabrás que has causado una gran, y auténtica, impresión a ese gran jefe.
Si eres como se debe ser tan sólo tratarás de hacer tu trabajo lo mejor posible, e intentarás ayudar a otros que tienen menos oportunidades que tú de hacerse visibles, y alcanzar el éxito.
En cualquier caso, aunque esa persona que se encuentra en lo alto del poder no sea capaz de apreciar el líder que eres, ten por seguro que sí que habrás calado hondo entre tu personal. Sería algo así como hacer networking indirecto sobre ellos.
Personas que ocupan puestos de similar categoría.
Relacionarte con otras personas que llevan a cabo un trabajo parecido al tuyo, o que se encuentran en una posición similar puede ser también algo muy interesante, ya que pueden aportarte su experiencia
También es una buena forma de introducirte en sus respectivas áreas de influencia, y de conocer a su personal.
Si esa persona es un buen líder, y se ha ganado la lealtad y el respeto de los suyos, conseguir su aprobación puede ser determinante a la hora de relacionarte con las personas que forman su equipo, aunque te parezca una tontería.
Además, a lo mejor mañana has de asumir el mando de ese equipo, o quizás obtengas un ascenso y esos iguales pasen a ser tus más íntimos colaboradores. Piensa que, si ya has establecido relaciones con ellos, y has sido capaz de ganarte su respeto como compañero, ya estás un paso más cerca de ganarte su respeto como líder.
La base de toda organización, nuestro personal.
Esta es quizás una de las formas de networking menos valoradas por aquellos que buscan el éxito a toda costa, sin valorar adecuadamente el trabajo de sus subordinados, ni de ayudarles a mejorar y progresar, entre otras cosas por miedo a que les hagan sombra.
Como podrás adivinar, y como dicta el sentido común, estas personas nunca llegarán a arrastrar a los suyos más allá de lo que exija el sueldo.
Relacionarte con tus subordinados, o incluso con los de otros «jefecillos», es algo que va a proporcionar un gran impulso, y un valor incalculable, a tu liderazgo.
Que seas capaz de relacionarte con tu gente, y la forma en que lo hagas, probablemente sea uno de los factores más importantes a la hora de desarrollar tu liderazgo.
Para mí este es el nivel en el que te ganarás el respeto de aquellos que te han de seguir cuando lleguen momentos oscuros, que llegarán. Es un camino largo, aunque la realidad es que no tiene ningún secreto, no es difícil.
Pero cuidado…
No se trata de hacer networking con la idea en mente ganar, u obtener algo a cambio. Eso sería miserable y mezquino.
No te preocupes tanto por lo que vas a obtener de esas relaciones, preocúpate de proporcionar valor a esas personas.
Si tus jefes hablan de ti y de tu trabajo a otros por encima de ellos, si tus subordinados te consideran su auténtico líder y te siguen allá donde vayas, si cada persona con la que te tropiezas recibe una buena impresión de tu yo autentico, con tus virtudes y tus defectos, ten por seguro que los beneficios llegarán.
Los beneficios que se deriven de las relaciones establecidas, si los hubiera, vendrán como consecuencia de que esa relación es real, no artificial.
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